¿Qué es el «sandbox» de Google?
El «sandbox» de Google es como una especie de purgatorio para las páginas web nuevas. Aunque no está oficialmente confirmado por Google, muchos en el mundo del SEO creen que es un filtro que aplica el buscador para controlar cómo aparecen las webs nuevas en los resultados de búsqueda. La idea es que, cuando lanzas un sitio web, Google no lo posiciona de inmediato en lugares relevantes para evitar spam o sitios de baja calidad que intenten manipular el algoritmo.
En resumen, si sientes que tu web no está avanzando en las posiciones aunque estás trabajando el SEO, podrías estar en este «sandbox».
¿Cómo saber si estás en el sandbox?
- Tu web es nueva: Las páginas recién creadas suelen ser más propensas a estar en el sandbox.
- No consigues posicionar palabras clave: Aunque trabajes bien el SEO, tus términos clave no logran subir en las SERPs.
- El tráfico orgánico es casi nulo: Notarás que las visitas desde Google no crecen de manera significativa.
- Tu web ya está indexada: Es decir, Google sabe que existes, pero aun así no te posiciona.
¿Por qué Google aplicaría un sandbox?
El objetivo principal es evitar que sitios de baja calidad, llenos de spam o creados para engañar al sistema, se posicionen rápidamente. Google usa este tiempo para analizar si tu web realmente ofrece valor y merece estar en posiciones destacadas.
¿Cuánto tiempo dura?
No hay una respuesta exacta, pero puede durar entre 2 y 6 meses, dependiendo de varios factores como la calidad de tu contenido, la optimización de tu SEO, los backlinks que consigas y la frecuencia con la que actualices tu sitio.
¿Cómo salir del sandbox?
Aunque no hay un «botón mágico» para salir, puedes hacer esto para aligerar el proceso:
- Genera contenido de calidad: Publica contenido original, útil y optimizado para las palabras clave relevantes de tu sector. No se trata de cantidad, sino de aportar valor.
- Consigue backlinks naturales: Busca enlaces de calidad desde sitios relevantes en tu nicho. Los backlinks de páginas con buena autoridad le indican a Google que tu web es confiable.
- Optimiza tu SEO técnico:
- Mejora la velocidad de carga de tu sitio.
- Asegúrate de que tu web sea responsive y funcione bien en móviles.
- Corrige errores en el archivo robots.txt o en el sitemap.
- Aumenta tu presencia en redes sociales: Comparte tu contenido y crea engagement en plataformas como Instagram, Facebook o LinkedIn. Esto puede generar más tráfico hacia tu web.
- Actualiza contenido frecuentemente: No dejes tu web estática. Google valora que se mantenga activa y en constante mejora.
- Trabaja la intención de búsqueda: Asegúrate de que el contenido que creas responde exactamente a lo que los usuarios están buscando.